FIEBRE DE MARTES POR LA NOCHE

Tuesday night, era otra de mis tranquilas summer nights, a proposito esto está en 90% español para poder agarrar pal hueveo a ciertos personajes y que se den cuenta de ello, estaba solo en mi casa disfrutando de ordenar el hogar cuando cierto individuo de mirada perdida y escasa melena tocó mi puerta para según él tomarnos una cerveza, llegaba dos horas con tres litros tarde a lo acordado. Parecía algo alterado, era Queno y venia de una nineteen years old date. Paso al baño, yo ataqué con Heineken desde mi refry. Front house on the street planeamos invitar a "La Negra" y su amigui "Anita Mei Santamaria" a tratar de hacer la maldad. Negra, experimentada hembra con suficiente pachorra para intimidar a cualquiera y Anita un culo espectacular que se paseó alguna vez en el departamento de Jairo, nuestro ninth floor party place. Algunos minutos y como abeja a la miel sin llamado alguno aparece Ricardo, el menudo amigo de Queno, ofició de dealer en un regalo muy risueño y desapareció con una lata de Heineken en su barriga. Llamadas cruzadas y “Ups” Anita Mei Santamaría tenía riña pendiente con nuestra contacto, no irá, problemas post evento ascensor de otra historia previa al Happy new year. ¿Qué haremos?, Negra soluciona todo llamando a otra amiga no tan agraciada como la anterior but better than bite lauchas. Más Heineken, corrió lo de Ricardo para la Negra y yo. Zona seca segunda horneada a medio filo todos, sorprendentemente unas luces aparecen demasiado cerca como para disimular, era un auto blanco que paso lento, lo seguía otro de muy cerca. Tras relajarnos al ver que el primero no era la ley, el segundo nos encarrila nuevamente en la dirección fome de un evento. Encendió la baliza casi encima de nosotros. Boten lo que queda, documentos del auto, chofer atento, “Pero si no estamos haciendo nada, estamos acá como amigos tomándonos una cerveza” ­Muéstreme su licencia. Tras algunas dudas sobre la ubicación del preciado documento y reiteradas insinuaciones de rebeldia la licencia llegó a las manos del incauto oficial, eran dos pendejos recién egresados entrenados por otro más viejo pero igual de pavo. En el tira y afloja uno de los novatos dijo dejarnos ir si llamábamos a alguien para que manejara o centro médico para alcotest. Tras tan clara salida pensé en el lote de inútiles que conozco pero para mi socio de aventuras la situación se había vuelto una afrenta e insistía en él manejar su papú porque estaba bien. Tras reiteradas intervenciones del grupo accedió y el elegido fue Memo quien estaba igual de ebrio que todos junto con Morza en alguna parte del centro, tardaron 20 largos minutos de espera junto al día de entrenamiento de los retoños. Mientras la negra y yo sufrimos variados ataques de risa, no sé porqué, y por lo que recuerdo la cara de los jóvenes oficiales se veía tan preocupada como la de nuestra nueva amigui Jacqueline. Una thirty five to fouty years old lady. Yo abandoné la misión cerca de las dos de la madrugada, el grupo de rescate y el resto del comando de avanzaba quedaron dando vueltas y jugo en La Leonera, no sé que pasó después pero como podrán darse cuenta no es recomendable no dedicarse al orden del hogar un hot Tuesday in brain storm. Eso sería no má, Ja, Ja, Ja. Negra must wait for a while.